Descripción

Quizá uno de los espacios naturales más singulares y delicados de Ancares Terras de Burón, si no de toda Galicia. Se trata de una amplia afloración de roca caliza, posiblemente restos de cuevas que colapsaron por efecto del agua, donde la abundante humedad ha generado un bosque frondoso y casi mágico. Es un laberinto de rocas y pasadizos cubiertos por espesos musgos en el que la luz que se filtra entre los árboles y los sonidos del bosque hacen de este lugar la esencia del micropaisaje. Dada la fragilidad de este ecosistema, es muy importante visitarlo con mucho cuidado y sin deteriorar ninguno de sus elementos. Como curiosidad, el director de cine Pedro Olea filmó aquí algunas escenas clave de su película de 1970, “El Bosque del Lobo”.

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