Descripción

En la ruta hacia Muíño da Allonquiña pasamos por un bosque de robles, siguiendo un camino de carro. En buena parte del recorrido el lado derecho de este es delimitado por una imponente pared de grueso musgo, el cual cubre totalmente un muro de piedra que se alterna con tramos formados por lajas verticales. Por su parte, el suelo está cubierto por una densa capa de hojas de roble. Todos estos elementos conforman muy interesante al que acompañan los sonidos del bosque.