Descripción

Sobre los restos de un pequeño asentamiento de la Edad del Hierro, encontramos una especie de laberinto formado por antiguos muros, fosos y caminos completamente cubiertos por gruesos musgos, grandes helechos y árboles centenarios. Todo ello forma un conjunto de gran interés en el que se pueden localizar innumerables micropaisajes. Merece la pena visitarlo en distintas épocas del año, al tratarse de un bosque formado esencialmente por robles y castaños.